Entender la educación actual y su rumbo futuro requiere de hacer una reflexión profunda de su contexto. La educación debería ser cada vez más integral y humanizada, proporcionando no sólo conocimientos sino herramientas que ayuden a desarrollar alumnos más empoderados para los constantes cambios que surgen y surgirán.
Cada día es más evidente que para un estudiante recién graduado de una licenciatura o un postgrado, la mitad del conocimiento obtenido será obsoleto para su realidad laboral; y la razón de esto es porque la humanidad desde 1980 ha presentado un desarrollo tecnológico exponencial sin precedentes, provocando innovación y disrupción en todas las áreas de la actividad humana, incluyendo la educación. Es por ello que cada vez es más común que nos preguntemos si la educación está alineada a la humanidad, a la vida actual y más aún, al futuro.
Es palpable que al día de hoy necesitamos talento por encima de sólo títulos, necesitamos talento humano en las organizaciones con profesionales cualificados, enfocados en el desarrollo de los objetivos económicos, sociales, ambientales, políticos y culturales, tanto de las personas como de todo tipo de instituciones. El modelo y método educativo que se presenta hoy no ha cambiado en los últimos doscientos años; existen críticos del sistema educativo actual que apoyan esta idea, como Ken Robinson, quien dice que “las Universidades están matando nuestra creatividad”. Por ello, creemos que es necesario educar a las nuevas generaciones no con los contenidos del presente, sino con las habilidades necesarias para el futuro.
Habilidades como la comunicación y adaptabilidad serán pilares importantes en el éxito de los nuevos profesionales. La nueva educación deberá reforzar los temas de equidad, accesibilidad a la educación, modelos de emprendedurismo, gestión de la información y por supuesto las nuevas tecnologías. La base de esta nueva educación será el diálogo claro entre SOCIEDAD, ESCUELAS y la FAMILIA, para estar alineados a lo que el futuro demande.
Más allá de la discusión sobre la educación online, offline o híbrida (que al día de hoy es un tema muy recurrente y en donde se deja de lado a todo ese gran número de estudiantes que no cuentan con la tecnología), necesitamos una revolución del sistema educativo, visto este como un proceso que nunca se detiene y en donde el desarrollo de habilidades blandas y duras, conectan con el conocimiento de la ciencia, la tecnología, las matemáticas, las humanidades y las artes; no vistas como algo separado e infinito sino como la máxima expresión de la curiosidad, desarrollo y creatividad humana.
Al tener el desarrollo de este tipo de habilidades (blandas y duras) junto con una conciencia y conocimiento del entorno, estaremos listos para un mundo hiper globalizado, hiper conectado, hiper digitalizado, en donde, como bien sabemos, ya no competiremos contra otros seres humanos sino contra algoritmos, máquinas e inteligencia artificial.
Visualizar al ciudadano del mañana de acuerdo a cada contexto, será la pauta para delinear los escenarios de la educación. Las nuevas generaciones son y serán muy activas y valorarán espacios colaborativos donde no sean simples espectadores de su enseñanza, abriendo espacios para el cuestionamiento y sobre todo la participación.
“La gran misión de la educación es desarrollar nuestras capacidades únicas como seres humanos para afrontar la situación actual” Ken Robinson.